Se la creyeron

El quinquenio de Luis Lacalle Pou, una época en la que la realidad parecía ser un concepto opcional para el gobierno.
Durante cinco años, se dejó seducir por encuestas de aprobación que, al parecer, solo existían en la imaginación de sus más fervientes aduladores. Según una encuesta de Equipos Consultores, el 50% de los uruguayos aprobaba su gestión, mientras que el 32% la desaprobaba.

Con semejantes cifras, no es de extrañar que el gobierno se embarcara en una campaña por la «Reelección de un buen Gobierno», como si la Constitución permitiera la reelección inmediata. El propio Lacalle Pou, en una entrevista con Folha de São Paulo, dejó la puerta entreabierta para una posible candidatura en 2029, diciendo: «No puedo garantizarlo».
Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando, al perder las elecciones, quedó en evidencia que no habían contemplado la posibilidad de una transición ordenada. La falta de información actualizada y la destrucción apresurada de documentos en todos los niveles del gobierno nacional sugieren que realmente creían en su reelección segura. El presidente electo, Yamandú Orsi, reconoció que la transición había entrado en un «impasse» durante los primeros días de enero.
Además, las maniobras financieras de último momento para maquillar el déficit del PIB no pasaron desapercibidas. El gobierno saliente intentó presentar una economía más saludable de lo que realmente era, dejando al descubierto una gestión que, lejos de ser ejemplar, demostró una desconexión alarmante con la realidad política y económica del país.
En resumen, el gobierno de Lacalle Pou no solo fracasó en reconocer la realidad del país, sino que también se dejó llevar por una ilusión de popularidad y éxito que, al final, resultó ser solo eso: una ilusión.
Imagen: ChatGPT

0 Comments

Leave a Reply

XHTML: You can use these tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>