El juego del maquillaje
Al cierre de 2024, Uruguay enfrenta un déficit fiscal similar al de 2019, acompañado de un aumento de la deuda pública que creció más de diez puntos del PIB.
A pesar de las promesas de orden y eficiencia, el país sigue gastando más de lo que gana, y hoy la deuda pública alcanza el 60% del PIB, elevándose al 71% si se considera todo el sector público consolidado.
El contraste con los gobiernos del Frente Amplio (2004-2019) no podría ser más evidente. Durante ese período se redujo la pobreza, se incrementaron los salarios reales y se desarrolló infraestructura clave. En cambio, entre 2019 y 2024, no solo no se corrigió el déficit fiscal, sino que además se profundizó la desigualdad. Mientras los grandes ahorristas han visto crecer sus cuentas bancarias con más de 500.000 dólares, la mayoría de los trabajadores perdió poder adquisitivo y enfrenta precios de combustibles y servicios esenciales cada vez más altos.
Pero el verdadero “arte” de esta administración ha sido, al parecer, el de maquillar los números.
En una práctica que bordea lo delictivo, proveedores de ASSE han denunciado atrasos de hasta seis meses en el pago de sus servicios, algo sin precedentes en las últimas décadas. Según fuentes del sector, esto responde a una estrategia para trasladar deudas de 2024 al próximo año, haciendo que el gobierno saliente “mejore” artificialmente el déficit fiscal y deje el problema a la administración entrante. En otras palabras, “forzando números” para que las cuentas cierren… al menos en el papel.
Lo irónico de todo esto es que, si bien esta vez no hay ministros condenados por corrupción, al menos por ahora, la gestión económica ha sido igual de ineficiente y perjudicial para la mayoría. La estrategia parece clara: favorecer a unos pocos a costa de un Estado cada vez más endeudado y una ciudadanía más empobrecida.
En resumen, este gobierno no solo incumplió sus promesas, sino que también recurrió a maniobras que, lejos de ser éticas, trasladan el peso de sus decisiones al futuro. Uruguay, que había avanzado en equidad y progreso durante años, ahora enfrenta un retroceso que, tristemente, deja un saldo de mayor desigualdad y un país mucho más endeudado.
¿Lecciones aprendidas? Parece que no.
Imagen ChatGPT
0 Comments